Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son fundamentales para abordar desafíos globales como la pobreza, la desigualdad y el cambio climático. Sin embargo, estos objetivos también han sido lamentablemente objeto de malentendidos y bulos que obstaculizan su comprensión y aplicación efectiva.
Uno de los bulos más comunes que encontramos a este respecto es la idea de que los ODS son únicamente responsabilidad de los gobiernos y las organizaciones internacionales. En realidad, estos objetivos requieren la colaboración de todos: gobiernos, empresas, sociedad civil y ciudadanos individuales pues todos ellos desempeñan un papel crucial en su consecución. Otro bulo frecuente es la creencia de que los ODS son demasiado ambiciosos y no alcanzables; aunque los desafíos que arrojan son enormes, los ODS proporcionan un marco para establecer metas alcanzables a través de acciones concretas a nivel local, nacional e internacional pues cada acción, por pequeña que sea, contribuye al logro de estos objetivos.
También se ha difundido la idea errónea de que los ODS se centran únicamente en cuestiones ambientales. Si bien el medio ambiente es un componente crucial, los Objetivos de Desarrollo Sostenible abarcan aspectos sociales y económicos, como son la educación, la salud, la igualdad de género y el trabajo digno para todos, entre otros. Al igual, nos encontramos con otro bulo que puede generar confusión y es la percepción de que los ODS son solo para países en desarrollo: estos objetivos son universales y se aplican tanto a países desarrollo como a aquellos que están camino de serlo. Así, cada país debe adaptar y trabajar en función de sus propias realidades y desafíos.
En este sentido es reseñable, también, que se ha malinterpretado que los ODS son únicamente responsabilidad de las grandes entidades y no tienen relevancia para las pequeñas empresas o individuos. De hecho, las pequeñas acciones localizadas pueden tener un impacto significativo en la consecución de estos objetivos, ya sea a través de prácticas comerciales sostenibles, el apoyo a comunidades locales o la promoción de la igualdad.
Finalmente, y con un tinte más político, encontramos bulos en torno a la idea de que la ONU pretende usurpar la soberanía a los países,quela Agenda 2030 promueve la entrada de inmigrantes para acabar con la Europa tradicional, que se busca prohibir el consumo de carne y la leche o que busca el adoctrinamiento de las sociedades, sin más.
Es de vital importancia desmentir estos bulos y comprender que los Objetivos de Desarrollo Sostenible son una oportunidad para colaborar en la creación de un mundo más equitativo, próspero y sostenible para todos. Desde cambios individuales hasta acciones colectivas, todos podemos contribuir al logro de estos objetivos globales, muy necesarios para el ser humano en general.
