En el actual panorama global el desarrollo urbano sostenible y la creación de ciudades sostenibles son pilares fundamentales para lograr un mundo más equitativo y resiliente. Estos esfuerzos están directamente relacionados con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 11 y que busca garantizar ciudades y comunidades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles para todos. Pero, ¿por qué las ciudades sostenibles son necesarias? Las ciudades sostenibles buscan equilibrar el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente por lo que, con más del 50% de la población mundial viviendo en áreas urbanas, la planificación de ciudades sostenibles se vuelve crucial. De hecho, para el año 2050, se estima que esta cifra aumentará al 68%. Este rápido crecimiento urbano plantea desafíos significativos en términos de sostenibilidad ambiental, movilidad, acceso a recursos básicos y calidad de vida.
Datos recientes de Naciones Unidas muestran que, actualmente, a nivel mundial solamente alrededor del 20% de los desechos urbanos se recicla. Sin embargo, hay ejemplos inspiradores de ciudades que han logrado un cambio de tendencia en este sentido: Ámsterdam y Copenhague han aumentado esta tasa de reciclaje a más del 50%. Además, Barcelona ha incrementado su área verde en un 23% en la última década, lo que demuestra un compromiso claro con la sostenibilidad ambiental. Así, en términos de economía circular, una ciudad sostenible debe basarse en este tipo de compromiso. Por otro lado, en relación a la movilidad sostenible, tenemos que tener en cuenta que es un pilar fundamental del desarrollo urbano sostenible. Ciudades como Bogotá (con su extensa red de carriles-bici) han reducido las emisiones de CO2 en más de un millón de toneladas al año gracias al uso de bicicletas como medio de transporte.
Pero, ¿quiénes son los actores clave en el proceso y qué papel juegan? Las empresas, las administraciones públicas y los ciudadanos tienen un rol fundamental en la construcción de ciudades sostenibles ya que, por un lado, las empresas pueden liderar el cambio adoptando prácticas sostenibles en sus operaciones, reduciendo su huella de carbono y promoviendo la economía circular. Al mismo tiempo, las administraciones públicas deben implementar políticas que fomenten la movilidad sostenible, la eficiencia energética en la construcción y el uso responsable de los recursos. Pero los ciudadanos también son clave en este proceso; desde adoptar hábitos de consumo responsables hasta participar en programas de reciclaje y usar medios de transporte sostenibles; cada acción individual cuenta para la construcción de ciudades más sostenible.
Con todo esto, construir ciudades sostenibles no es una opción, es una necesidad imperiosa. El logro del ODS 11 y la creación de ciudades inclusivas, seguras y sostenibles requiere el compromiso fuerte de todos los colectivos de empresas, administraciones públicas y ciudadanos ya que, solamente a través de esta colaboración activa podremos crear entornos urbanos que sean respetuosos con el medio ambiente así como brindar una alta calidad de vida para todos.
