En el marco de la responsabilidad social resulta vital reconocer la importancia del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, celebrado el pasado 11 de febrero. La conmemoración y celebración de este día no solamente reconoce los logros de las mujeres en ciencia y tecnología, sino que también destaca el papel crucial que ellas desempeñan en estos campos. Así, la resolución de la ONU del 22 de diciembre de 2015 proclamó el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, subrayando con ello la necesidad de promover el acceso y la participación plena y equitativa de las mujeres y las niñas en las disciplinas científicas.
El empoderamiento de las mujeres y las niñas en la ciencia es esencial para alcanzar la igualdad de género en este ámbito ya que, históricamente, las mujeres han estado infra-representadas; el avance científico debe conllevar avance en torno a la igualdad de género. Si bien es cierto que se han logrado dar pasos significativos, aún queda mucho por hacer para cerrar la brecha de género en este campo.
Según datos recientes, aunque las mujeres representan aproximadamente la mitad de la fuerza laboral global, su presencia en ciencia y tecnología sigue siendo inferior. Así, reciben menos dotación en becas de investigación que los hombres ya que solamente un 33% de los investigadores son mujeres. Igualmente, en las investigaciones pioneras, solamente un 22% de los profesionales son mujeres; únicamente un 28% de los graduados en ingeniería son mujeres y, en informática, un 40%. La cuarta revolución industrial ofrece oportunidades para cambiar esta tendencia, pero, de momento, no acaba de arrancar.
Esta revolución, caracterizada por avances en tecnologías como inteligencia artificial, robótica y biotecnología, está transformando rápidamente el panorama laboral por lo que el impulso de la igualdad de género en ciencia y tecnología se vuelve imprescindible. Las empresas están reconociendo cada vez más la importancia de la diversidad de género en la innovación y la toma de decisiones lo que se traduce en un aumento en los esfuerzos para fomentar la participación de mujeres y niñas en ciencia y tecnología a través de programas de mentoría, becas y programas de igualdad. Todo ello, de la mano de la concienciación, está ayudando a crear un entono más inclusivo e igualitario en los campos científicos-tecnológicos.
En conclusión, la promoción de la sostenibilidad y la igualdad de género en ciencia y tecnología es fundamental para el progreso social y económico. Aquí la Responsabilidad Social desempeña un papel básico al impulsar estos esfuerzos y garantizar un futuro más justo y equitativo para todos. En este Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, año tras año, reafirmemos nuestro compromiso con la inclusión y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en los campos científicos, vitales para el desarrollo humano. Con esto en mente, es importante que las empresas continúen trabajando hacia la igualdad de género en ciencia y tecnología, aprovechando el potencial de todas las personas, sin distinción, para impulsar así la innovación y el progreso en la sociedad.
