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Rubén Carricondo

Charlamos con Rubén Carricondo, responsable de sostenibilidad de la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas sobre lo real o no de los objetivos de desarrollo sostenible y los plazos propuestos en la Agenda 2030.

2030, ¿ficción o fantasía?

Ni lo uno ni lo otro. La Agenda 2030 se firmó en 2015 porque es la agenda que la humanidad necesitaba  y la sigue necesitando. Puede que haya algunas de las 169 metas que no se lleguen a cumplir, pero en su grueso debe ser una realidad, aunque parezca complicado. Y esto depende de todas las personas. A raíz de la crisis de la COVID-19 hemos visto cómo nos alejábamos de determinadas metas: observamos retrocesos de carácter social, la crisis climática o la amenaza de la recuperación económica. Nos queda la mitad del tiempo disponible y hay que redoblar los esfuerzos. Además, según nuestro informe de la consulta empresarial sobre sostenibilidad realizado a más de 2.500 empresas españolas, hemos constatado que las compañías se están enfocando en grandes retos, trabajando especialmente el ODS 5 de igualdad de género, el ODS 8, de trabajo decente y crecimiento económico y el ODS 12 de producción y consumo responsables. Es decir, pese a las circunstancias, están esforzándose y encarando los retos que nos plantea la Agenda 2030.

¿Están las empresas realmente comprometidas? ¿O el porcentaje que sigue viendo estos principios como oportunidad para un lavado de cara aún es enorme?

En todos los informes que manejamos las conclusiones son claras: los datos son favorables y podemos decir, sin ninguna duda, que hay un alto porcentaje de empresas comprometidas con los ODS. Nuestro principal mensaje es que tienen que incrementar las acciones. Hemos observado una evolución positiva en cuanto a políticas y medidas reales con respecto a anteriores consultas. Por ejemplo, más del 70% afirma llevar a cabo medidas de conciliación laboral y flexibilidad horaria y más del 60% dispone de un plan de igualdad. Estas cifras se han elevado con respecto a años anteriores. Además, las empresas que trabajan la sostenibilidad y los ODS pueden beneficiarse de una ventaja competitiva con respecto a otras empresas. Y esto también se traduce en una mejora de resultados económicos, un 78% de las empresas ven una relación positiva sobre su rentabilidad económica al aplicar la sostenibilidad. Como insistimos desde el Pacto Mundial, las empresas que no sean sostenibles no tienen futuro. Por otro lado, estamos endureciendo los mecanismos de control para evitar que al menos nuestras empresas disfracen de resultados mensajes equívocos. La crisis de credibilidad hacia las instituciones es global, no solo hacia las empresas. Tampoco las personas hacemos todo lo que podemos por el desarrollo sostenible. Es bueno estar vigilantes de las acciones de todo tipo de organización y reconocer las medidas bien tomadas y rechazar las que solo son un mensaje vacío.  

¿Tal vez la información siga sin llegar correctamente a la gran mayoría de empresas?

La información y la comunicación, como todo, están cambiando a pasos agigantados en los últimos años. Por nuestra parte ha aumentado el número de socios, así como nuestros acuerdos de colaboración con otras entidades, extendiendo el mensaje a todos los grupos de interés. Los procesos se están acelerando y cada vez se encuentran más recursos gratuitos y formaciones a disposición de las empresas para su capacitación, independientemente de cuál sea su tamaño. Un 86% de las empresas afirma conocer los ODS. Luego la información llega. Ahora hay que trabajar en el plano de las acciones: favorecer que lleguen recursos, formación a todo el tejido empresarial, abrir espacios de diálogo multiactor, actuar con mecanismos eficaces como la compra pública o las finanzas sostenibles…. en definitiva, pasar del conocimiento a la acción.

¿Ha sido y es el COVID la excusa perfecta de muchos para bajarse del carro?

No lo hemos percibido así desde Pacto Mundial. De hecho, podríamos afirmar que es lo contrario. Nuestros socios, que van en aumento, están demostrando que creen en la sostenibilidad y que la única vía para la recuperación post pandemia es la de la recuperación sostenible. Formar parte del Pacto Mundial, guiarse por los Diez Principios, incorporar los ODS en las estrategias corporativas está logrando transformar a las empresas y convertirlas en organizaciones resilientes y, por tanto, con futuro. Para nosotros ser sostenible no es un accesorio del que la empresa pueda prescindir. Ser sostenible es la única opción para alcanzar negocios con futuro.

De los 10 principios universales del Pacto, ¿cuál es el más cercano y cuál el más lejano a la efectiva realidad?

A día de hoy, los principios medioambientales siguen siendo los más trabajados. Según nuestro último informe de Comunicando el progreso, se observa un gran avance en medidas como la reducción de emisiones de CO2 y el aumento de acciones relativas a la economía circular. Y, entre los principios que aún quedan más lejanos del día a día de las empresas, encontramos  los relativos a los derechos humanos. Un ejemplo: el 58% de las empresas españolas tiene procesos de economía circular, pero solo el 26% tiene una política de derechos humanos. Y en cierto modo se trata de una lejanía provocada por una cuestión semántica. Porque los derechos humanos se ocupan de las plantillas, de los consumidores y consumidoras, de la cadena de valor, de la formación de los y las trabajadoras, de su seguridad, de su promoción… aspectos todos que están en el día a día de las empresas. Pero hay que sistematizarlo. Sobre todo entre pequeñas y medianas empresas, porque solo un 8% de las pymes cuentan con políticas relativas a derechos humanos.

Sostenibilidad, ¿un concepto desvirtualizado o más vigente que nunca?

Es verdad que la palabra es cada vez más utilizada. Pero nosotros creemos que está más vigente que nunca. Aun así, muchas empresas y la sociedad en su conjunto tienen que mentalizarse de la importancia y necesidad del desarrollo sostenible y de que éste se erige sobre tres pilares: medioambiental, social y económico.

¿Sin alianzas no hay futuro?

Realmente sin sostenibilidad no hay futuro, y las alianzas nos ayudan a lograr objetivos de una forma más eficiente y rápida. Porque los desafíos son tan grandes y tan urgentes, que no pueden enfrentarse en solitario.  El ODS 17 es específico de alianzas para lograr Objetivos y hemos aprendido en estos años de trabajo que la colaboración entre empresas, entidades, asociaciones, etc. marca la diferencia y multiplica los resultados. Si lo abordamos de manera sectorial o en colaboración con otras empresas y a través de la innovación, las metas de la Agenda 2030 se tornarán más cercanas. 

¿Cuál es el papel de las entidades del tercer sector en la consecución de los Objetivos?

A diferencia del sector empresarial, el tercer sector ha sido tradicionalmente considerado un agente de desarrollo. Tiene experiencia, tiene conocimientos y tiene la potencialidad de articular alianzas. Es un actor clave para lograr la Agenda 2030. Han participado en la creación de la Agenda y sin él, no se alcanzarán metas clave, como las relativas a la lucha contra las desigualdades o la pobreza. Además, creo que el tercer sector aporta un valor fundamental en las aproximaciones sectoriales y en las locales.

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El AUTOR
Columbares

A lo largo de nuestros más de treinta años trabajando con la creencia de que un mundo mejor y más justo es posible, hemos desarrollado más de 1500 proyectos diferentes con la única intención de lograr mejorar, de alguna manera, la vida de las diferentes personas que se han acercado hasta ellos.

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